Recuerdos cap 16

Holis!!!, no lo pensaba  subir hoy, pero lo hago aprovechando que ya lo he pasado todo.
Espero les guste este cap :3 .

Nombre: Recuerdos
Extensión: Serial
Parejas: TegoMass, KoyaShige
Genero: Slash, Fluff, Lime
Capitulo: 16/18

Tegoshi bajo caótico a la sala donde se encontraba su mamá y abuela

-¿Dónde está la ropa de Takahisa? – pregunto casi gritando y agitado por bajar corriendo las escaleras.

Su madre volteo espantada, ya que estaba distraída mirando doramas en el televisor.

-¡Yuya!- le regaño - … te puedes calmar, en cuanto a la ropa, te refieres a la que te presto la semana pasada ¿cierto?

-Si…

-Esta misma tarde se la di cuando llegaban de quien sabe donde – le dijo tranquila.

Tegoshi se quedo boquiabierto, con cara de muerto y no podía articular palabra o pensar bien, quería que aquello que su madre le había dicho, fuera solo un error y que le haya entendido mal. No se movía de su lugar y apenas y parpadeaba.

-¿Yuya? – le hablo su madre, la cual comenzaba a preocuparse por que su hijo no se movía de su lugar - ¿estás bien?

No paso mucho para que la abuela se acercara a su nieto curios y comenzara a moverlo

-¡Yuya! – ahora ella le hablaba, esperando que reaccionara.

Las dos señoras se miraron, preguntándose qué le había pasado a Yuya, de repente este reacciono soltando tremendo grito, haciéndolas espantar.

-¡¿es enserio mamá?!-  por fin dijo algo, con un tono nervioso y exaltado, mirando fijo a su madre, esperando recibir un “no” por respuesta

-S-si – respondió su mamá, quien lo veía como si de un loco se tratase

-¡NO!... ¿y ahora qué hago? – decía mientras comenzaba a dar vueltas alrededor de la sala paranoicamente - ¿y si ve la libreta y la lee? … ¿con que cara lo mirare?-  todo aquello decía mientras las señoras presentes no entendían absolutamente nada de lo que él decía y llenándose de curiosidad.

-¿A qué libreta te refieres Yuya-chan? – le pregunto su abuela

Volteo rápido a mirarla, no se había dado cuenta de que estaba pensando en voz alta.

-¿eh?... a ninguna en particular –  dijo sin dar una respuesta clara, lo cual era obvio ya que ellas no sabían sobre la existencia de esa libreta y mucho menos su contenido.

-actúas muy extraño – decía su abuela – pareciera que Taka-chan hubiera descubierto tus sentimientos- dijo mientras se sentaba de nuevo en el televisor y seguía viendo el dorama .

Tego abrió grande los ojos al escuchar aquello y se sorprendió de sobre manera.

-¿Qué dijiste abuela?

Ella lo volteo a ver, y con una sonrisa de abuela tierna solo respondió

-nada, nada, mejor sigue buscando lo que estés buscando.

Era cierto, tenía que preocuparse por lo que andaba buscando, dejando a un lado lo que su abuela había dicho, eso ya lo preguntaría después.

Dejo a su abuela y madre regresando a su habitación para pensar en lo que podía hacer, o las diferentes maneras con la que vería a Massu o como lo trataría a partir de ese día, si es que Massu leyese esa libreta.

Se tiro a la cama boca abajo, pataleo un poco, enredo su cabello y rodo por la cama sin saber qué hacer. Verdaderamente estaba desesperado

-¿Qué hare si la lee?, ¿Qué le diré cuando lo vea?... ¿y qué tal si me deja de hablar nuevamente?… ¡No!, no quiero eso de nuevo – se decía a sí mismo, tantas preguntas  invadían su mente y diferentes respuestas irreales también.

Después de pensar mucho, solo llego a la conclusión de que debía ser positivo ante eso, siempre lo era y no debía cambiar solo por que Massu tuviera la libreta.

-Cálmate Yuya… piensa bien que harás.

Respiro hondo varias veces hasta que consiguió tranquilizarse un poco.

-¿Qué tal si aun no la ha leído? … es muy probable eso, no creo que sea de las personas que leen las libretas que no les pertenece.

Se levanto de la cama muy animado creyendo eso

-solo debo ir a pedírsela, aun estoy a tiempo… no ha pasado mucho tiempo desde que la tiene, ¿o si? …

Abrió la puerta de su habitación y enseguida bajo corriendo las escaleras con dirección a la puerta, al estar ahí solo dijo:

-voy a la casa de Massu, enseguida regreso – aviso a su mama y abuela quienes seguían viendo la televisión

Decidido fue a la casa de los Masuda, se paro delante de la puerta  y toco, esperando impaciente por que le abrieran.

No paso mucho tiempo esperando, la madre de Massu fue quien le abría

-¡buenas noches! – Saludo amablemente y tratando de sonar calmado, aun que por dentro quería ir corriendo por Massu y al encuentro de su preciada libreta -¿se encuentra Takahisa-kun?

-Si Yuya-kun, pasa.

-Gracias

Entro a la casa y quito sus zapatos colocándose unas zapatillas de interior

-Esta en su habitación, así que con toda confianza puedes subir

-Si, gracias

Quería subir a prisa, pero tuvo que guardar la cordura. Al estar fuera de la vista de la madre de su amigo corrió a su habitación y toco la puerta esperando que este no hubiera leído nada.

-¿Massu estas ahí?, ¿puedo pasar?- pregunto.

Masuda dentro de su habitación estaba sentado en su cama recargado en la cabecera de esta y leyendo aquella libreta, la cual no resistió leer a pesar de que sabía no debía hacerlo, pero tenía tanta curiosidad en hacerlo y en resolver todas sus dudas.

Apenas llevaba un tercio de esta, cuando de pronto se espanto al escuchar a Tegoshi afuera de su cuarto y sabía perfectamente porque había ido ahí.

Cerró la libreta y la guardo bajo su almohada y enseguida abrió su puerta.

-pasa –dijo como si nada, haciéndose a un lado para que Tego entrara y después cerro la puerta tras de si.

-perdón por venir tan tarde, pero… -no sabia como preguntar por su libreta, pero lo tenia que hacer- bueno… vine por que entre la ropa que amablemente me prestaste deje olvidada una libreta y la necesito… si me devuelvas te lo agradecería mucho.- miro tímidamente a Massu, casi suplicando que este de verdad no la haya leído.

-¡Oh! Si, la encontré… te la pensaba dar mañana temprano – sonrió al decir eso, ya que trataba de ocultar el hecho de estar feliz por los sentimientos que impregnaba tegoshi en esa libreta.

Se acerco a su cama y la saco entre su almohada.

-toma – estirando la mano para entregársela.

Tegoshi la tomo dudoso entre sus manos, preguntándose porque estaba debajo de su almohada; tenía miedo de preguntar y solo quiso salir de ahí. Dio media vuelta, sin antes haber agradecido.

-nos vemos después – dijo y toco la perilla para girarla y salir lo más rápido de ahí, ya que moría de nervios, los cuales no podía controlar.

Antes de poder girarla fue detenido por el mayor, el cual había caminado hasta él de prisa, sin que este se diera cuenta y con una mano que paso por arriba del hombro del menor se recargo en la puerta, impidiendo que la pudiera abrir.

-¿puedo preguntar algo? – dijo cerca del oído de Tegoshi mientras este seguía dándole la espalda y al cual hizo estremecer de nervios.

-S-si – respondió titubeante y un poco temeroso.

El mayor hizo que voltease y lo mirara frente a frente recargándolo en la puerta.

Cuando Tego volteo miro a Massu quien le plantaba la mirada

-¿Te gusto? – pregunto directamente y sin rodeos. El leer aquella libreta le hizo comprender que Yuya no entendía las indirectas o comprendía mal las cosas y la única opción de hablar con él era diciéndole las cosas claramente; además como solo pudo leer una parte, aun no sabia si este le seguía queriendo como decía que lo quería en el pasado.

Tego abrió los ojos muy grandes como si hubiese visto un muerto, sorprendiéndose de sobre manera, no pudo evitar preguntar:

-¿acaso leíste la libreta?- dijo algo temeroso

Massu lo seguía viendo fijamente y armado de valor se acerco un poco más a él con uno de sus brazos aun recargados en aquella puerta.

-no me preguntes eso –bajo un poco la mirada, pero de inmediato la regreso viendo al menor –solo responde a la pregunta que te hice.

Tegoshi no sabia que responder, sentía su corazón acelerarse pero a la vez un poco apanicado ya que no sabia exactamente que pretendía Massu con eso, aparto la vista para poder pensar en alguna respuesta que no lo hiciera ver como tonto, pero sin prevenirlo, le mayor tomo su barbilla volviendo a que lo mirase y suspiro antes de decir:

-a mi me gustas mucho. – El menor quedo boquiabierto y con el corazón apunto de salírsele.

El menor un poco torpe quito la mano de Massu que sostenía su barbilla, cuando estaba haciendo esto, Massu en ese instante creyó que iba a ser rechazado y un poco triste soltó a Tego e iba a dar media vuelta para dejarlo salir; pero sin acertar a sus pensamientos, el menor de ambos entrelazo sus dedos con los de Massu y lo jalo hacia él.

Con su mano libre acaricio el rostro del mayor y sin dudarlo poso sus labios en los de él, entregando sus sentimientos; simplemente un pequeño y tierno beso lleno de amor. Y al pensar que no era suficiente, al separarse, en forma de susurro le dijo:

-no me gustas… te quiero”

Escuchar esto hizo que el corazón de Massu latiera de felicidad y sin pensarlo abrazo al menor y le estrecho entre sus brazos, pegándolo fuertemente hacia él.

Tegoshi reacciono y devolvió aquel abrazo lleno de intensidad, queriendo detener el tiempo en ese preciso momento; sus sentimientos al fin fueron revelados y descubrieron que sentían lo mismo el uno por el otro.

De alegría al menor se le escapo un pequeña lagrima y un suspiro de alivio.

En ese preciso momento ambos estaban conectados, sintiendo y escuchando el latir de sus corazones al unísono, como si fueran hechos el uno para el otro.

-chicos, bajen a cenar – era la madre de Massu quien tocaba la puerta

-si, ahora salimos – contesto Takahisa  y después se escucharon los pasos de la señora alejarse

Se separaron y Tego limpio aquella pequeña lagrima sin que el mayor lo viera y después le ofreció una hermosa sonrisa.

-bueno, hay que salir – tomo de la mano a Takahisa y  abrió la puerta, pero antes de poder salir fue jalado por este, el cual le robo un pequeño beso de los labios.

-me gustaría mas probar tus labios, pero es mejor bajar, antes de que suba de nuevo y nos regañe- dijo y sonrió picaramente, enseguida jalo al menor fuera de la habitación.

Antes de entrar al comedor soltaron sus manos para no ser descubiertos y después se sentaron uno junto al otro.

Acabando su comida Tego miro la hora y tuvo que despedirse de Takahisa y su mama sin antes agradecer la hospitalidad de la señora.