Competition -one shot
Hooola!! , hace ya como un año y medio (o tal vez más) que no escribía nada de nada, cuando intentaba algo, mis ideas comenzaban a enredarse, así que decidí tomarme un tiempo en tratar de mejorar ... no se si lo logre, pero es un hecho que me costo un poco de trabajo volverme a adaptar en escribir . No sabía como terminar este one-shot.
Espero les guste, es el primer YamaJima que hago ♥, pensé en convertirlo en Two-shot por su extensión, pero no creí prudente cortarlo en algún sitio xD.
Esperare impaciente sus comentarios, espero me digan que les pareció, y acepto criticas constructivas ♥. disfrútenlo.
Titulo: competition
Extensión: One Shot
Parejas: YamaJima
Genero: Fluff, slash
Capitulos: 1/1
Espero les guste, es el primer YamaJima que hago ♥, pensé en convertirlo en Two-shot por su extensión, pero no creí prudente cortarlo en algún sitio xD.
Esperare impaciente sus comentarios, espero me digan que les pareció, y acepto criticas constructivas ♥. disfrútenlo.
Titulo: competition
Extensión: One Shot
Parejas: YamaJima
Genero: Fluff, slash
Capitulos: 1/1
Después
de revelar la lista de los participantes del nuevo concurso de la preparatoria
X, los demás estudiantes se abalanzaron para poder inscribirse.
El
nuevo concurso consiste en mantener un beso el máximo tiempo posible, y los
ganadores se llevarían de premio 3mil yens cada uno. Pero no sería tan fácil
como sonaba, no era con cualquier persona; realmente hubo dos rondas de
inscripciones, la primera fue de estudiantes q apostarían sus labios con
cualquier persona, ya sea chica o chico, conocido o desconocido, sin importar
quien, debían mantener sus labios en un beso.
Las
reglas eran sencillas, solo 15 participantes por ronda de inscripción, los de
la segunda ronda podían escoger a quien besar, pero para ello, debían de llegar
en primer lugar a las inscripciones, además, desde el momento en que se parasen
delante de su pareja no deben de tocar otra cosa aparte de labio con labio y
sin pronunciar palabra, para evitar que la otra persona se percate de quien
está frente de él o ella; los de la primera ronda debían de permanecer con los
ojos cerrados para no ver a quien están besando, si abriesen los ojos solo por
un segundo la pareja sería descalificada, solo después de aguantar todo lo que
pudiesen, pueden abrir los ojos; por pareja hay un juez q debe medir el tiempo
y ver si se cumplen las reglas escritas.
La
segunda inscripción fue un caos total, cuando supieron que entre las 15
personas inscritas 4 de ellos eran los chicos más populares y atractivos del
instituto y 2 las chicas que todo alumno quería conquistar; todos quisieron
entrar a concursar, aunque desde el día q fue anunciado el concurso nadie hacia
caso de ello, y otros lo tomaban como broma ocasional.
Se
colocó un pequeño escenario al centro de la escuela, costeada por uno de los
estudiantes que organizaban dichoso concurso. Los profesores y director no les
interesaba mucho, ya que era el día del festival escolar, día que los
estudiantes podían hacer lo que querían, mientras no realizarán ningún tipo de
ilícito
La
selección de los 15 candidatos fue decidida, y los primeros 15 tomaron su lugar
como les habían dicho, con audífonos en sus orejas, por si alguien del público
gritaba quien estaba de lande de él o ella.
Algunos
estaban nerviosos, pensando qué clase de persona los besaría, y otros solo
estaban relajados cerrando los ojos y esperando que su curiosidad no les
ganara; no era tanto dinero el que estaba en juego, sólo lo hacían por
diversión.
La
multitud se reunió alrededor, esperando ver quiénes eran los elegidos… por
decirlo de alguna manera.
Los
jueces anunciaron que ya todo estaba bien para que los otros quince subieran,
algunas de las chicas que subieron eran penosas, dudando un poco si pararse
frente a la persona que habían elegido o no, por otra parte los chicos q
subían, subían triunfales, como si hubieran hecho un gran logro, aunque muchas
de las personas abajo se quejaban y gritaban, como si de algo sirviera eso.
El
único que faltaba por subir era Yamada Ryousuke, a quien lo estaban forzando a
subir los organizadores del concurso… sí, sus amigos.
-¡¡esperen,
esperen!!- decía tratando de soltarse- ¿tengo que hacer esto?- decía como si
rogara por su salvación
-¡claro!
–contestaba Chinen quien reía entre dientes y mirándolo de manera divertida –
es tu única oportunidad, tómala o déjala
-la
dejo!!!- decía tratando de huir, pero lo volvieron a tomar por ambos lados
-¿Por qué lo tengo que hacer frente a toda la escuela?- decía un poco más
enojado
-simple,
porque solo es un juego, no te morirás por hacerlo, además solo es contacto de
labios, nada del otro mundo. –Decía Daiki -apresúrate, que todos nos están
volteando a mirar
-
pero… - trato de protestar, pero lograron subirlo y la multitud lo veía con
extrañeza.
Quería
huir de ahí, era obvio a donde se pararía, ya que era el único lugar que
faltaba ser ocupado.
Los
cuchicheos comenzaron, trato de caminar firme, pero sus piernas estaban
temblando, sentía rojas sus mejillas y su respiración acelerada. Pensaba
“cuando termine todo esto, matare a los que me inscribieron sin mi consentimiento”.
Algunos
de la inscripción de la segunda ronda habían escogido a alguien de su mismo
sexo, ya sea porque les era divertido sorprender al otro porque lo conocían, o
solo por fastidiar al público.
Yamada
se paró justo frente a quien le toco, o más bien a quien eligieron sus amigos.
Pero antes de darse cuenta, Daiki estaba caminando tras de el con un banquillo
en las manos.
-lo
necesitaras- dijo en voz baja mientras dejaba lo que tenía justo en medio de
Yamada y a quien besaría este y enseguida bajo, sin antes guiñarle el ojo al
juez de esta pareja.
Muchos
o la gran mayoría del público reían por lo sucedido. Mientras Yamada volteo a
fulminarlos con la mirada. Estaba realmente avergonzado.
No
le quedaba de otra más que hacer lo que tenía que hacer, se subió al banquillo
donde estaba a una distancia prudente para besar a su compañero.
Se
estaba preparando mental mente, no quería hacerlo, no delante de tanta gente, desde hacía mucho que le gustaba, pero siempre trataba de evitarlo para
que no se descubrieran sus sentimientos.
Trago
saliva y mojo sus labios un par de veces y enseguida se los seco con la manga.
Veía a Yuto parado frente a él y le venían de nuevo los nervios, mientras el
otro solo jugaba un poco haciendo gestos raros que le parecían divertidos a
Yamada.
Yabu
termino de contar y una chicharra sonó, se acercó lentamente al de frente con
miedo, nervios y mariposas en el estómago. Aún no lo besaba, solo mantenía su
cara cerca de la del otro, volteo a mirar a Inoo quien le apresuraba a
iniciar, suspiro un poco y cerró los ojos acercándose hasta encontrar los
labios de Yuto quien permanecía inmóvil, eran unos labios fríos, pero
extrañamente se sentían cálidos y dulces.
Paso
solo un segundo después de eso, e Inoo separo a Yamada, quien, al abrir los
ojos se encontró con los de Yuto, unos ojos sorprendidos, llenos de
incredulidad. Se separó lo más rápido que pudo y casi caía del banquillo, pero
el más alto lo detuvo reaccionando enseguida.
-Primer
pareja descalificada!!- decía Yabu por el alta voz.
Yamada
se soltó inmediatamente del agarre, empujando un poco a Yuto quien estaba en
Shock, digiriendo lo sucedido. El menor dio media vuelta y corrió, no hacia las
escaleras, ya que sabía que ahí estarían sus amigos, si no que corrió al otro
extremo, salto del escenario y corrió a la salida de la escuela.
Chinen
trato de alcanzarlo, al igual que Daiki, pero la gente que había les
estorbaban, cuando por fin llegaron a la salida, Yamada ya había desaparecido.
Cuando
se percató que nadie lo seguía se detuvo y comenzó a caminar normal para no
llamar la atención de las personas que se encontraba a su paso. Tomo el tren y
se fue directo a casa.
Sentía
que odiaba a todos, ni siquiera había valido la pena estar en ese concurso,
pensaba. Cuando por fin estuvo en su cuarto se encerró y no salió de ahí
aunque le llamasen sus padres para comer.
Permaneció
acostado en el piso, escuchando la música que le encantaba y llenándose de
energía para cuando tuviera que ver a Yuto. Sabía que sería difícil y aunque
quisiera y deseara ya no verlo más, lo tenía que hacer, ya que iban en el mismo
grupo y para colmo el menor se sentaba detrás de él, por ser en orden
alfabético.
Su
celular sonó, lo miro y era Chinen quien le marcaba preocupado, no contesto,
porque no estaba de humor para hacerlo. Solo quería paz y tranquilidad en ese
momento, así que apago su celular.
Quería
dormir un poco, estaba cansado de un día con tantas emociones en cima. Cerro lo
ojos y llego a él el recuerdo de aquellos dulces labios, le habían gustado,
paso sus dedos por encima y los recordó con más intensidad, deseaba volver a
probarlos.
-¿Por
qué abrió los ojos antes de tiempo?- se preguntaba- pero si los hubiera abierto
después tal vez hubiera sucedido lo mismo… ¿Por qué no pensé en eso?, ¿Por qué
no pensé en una manera para que no supiera que era yo? … ahora me vera extraño…
¿la curiosidad para ver que chica le toco le gano?, ¡Aaaaaaaaaaaahhhh!!!!, ¿Qué
maldita cosa puedo hacer?
Permaneció
diciendo varias cosas, varias de las cuales no tenían sentido ni para él mismo,
solo sabía que tenía que actuar como si no pasara nada, o es a la conclusión a
la que llego. No debía dejar que eso le afectara, además, jamás le había
hablado como para que haya terminado algo.
Al
siguiente día tenía que ir a la escuela para ayudar a su clase a desmontar
todo, y también para ayudarles a sus idiotas amigos a entregar el escenario y
de paso preguntar qué había sucedido después de haberse ido estúpidamente.
Llego
con temor a encontrarse con Yuto, caminaba con precaución y volteaba a mirar a
todos lados por si acaso.
-¡Hey!!-
grito chinen en su oído, lo cual hizo brincar un poco a Yamada, lo volteo a
mirar con mirada de asesino y le agarró del cuello con ambas manos, después lo
zangoloteo.- ¡Esperaaaaaaaaaa!!! – gritaba chinen- ¡lo siento!
Yamada
lo soltó
-¡No
me hubieran metido a ese concurso!, ahora jamás me hablara… no lo hacía, pero
tal vez lo hubiera hecho en un futuro.
-¡calma!,
el asunto no es tan grave, después de irte él bajo y regreso al salón a ayudar
con la casa embrujada y cuando me lo encontré me pregunto por qué tú lo habías
escogido como pareja para el concurso y-
-¿qué?!!,
¿te pregunto eso? –interrumpió al más bajo sorprendido y sintiendo que el
corazón se le salía
-si,
pero le dije la verdad, que Inoo y Daiki te metieron sin su consentimiento, que
realmente no lo querías besar, pero al ver la presión que te dimos todos al
final aceptaste
-¿y
que dijo?
-mmmmhh!!,
nada
-¿nada?
-sip,
nada… bueno solo un “gracias” y se marchó a seguir ayudando como si nada.
Yamada
cayó al piso de rodillas, con un alivio grande en su corazón
-menos
mal.
-sí,
pero…
-¿pero
qué?- alzo la mirada con miedo a lo que dijera el otro
-escuche
que entro al concurso por el dinero, no porque le interesara ser besado… la
cuestión es ¿Por qué abrió los ojos?, si quería ganar, no los hubiera abierto
-bueno
si… pero qué tal si se imaginó que quien lo besaba era un chico y se arrepintió
de ello
-puede
ser, pero… mmmmh, bueno da igual, así que dime, ¿Qué se sintió besarlo?
-Idiota!!-
le golpeo en la cabeza y se dirigió al salón para ayudar a recoger, mientras
que el otro le seguía con un puchero en el rostro e insistiendo con la misma
pregunta.
El
día fue sin complicaciones, Yuto jamás apareció por la escuela, y el fin de semana
era al siguiente día. Era lo mejor para Yamada, ya que así podía calmarse y
volver a actuar como hacía antes de eso. Pero cuando llego el Lunes, iba de un
ánimo decaído. Dejo sus cosas en el suelo y se sentó en su lugar
correspondiente.
-¿Cómo
te ha ido?- se acercó Chinen a preguntar y se sentó en el lugar de frente,
donde no había llegado la persona que lo ocupa.
-Pue
si omito que choque con dos personas de venida, casi me atropellan y que una
chica se me confeso antes de entrar a la escuela, pues… me ha ido de maravilla
-bueno,
al menos hay chicas que no les importo lo que sucedió y que aún siguen detrás
de ti.
-sí,
pero… -se quedó callado mirando a quien venía por detrás de Chinen, Chinen por
curiosidad volteo a mirar y con toda la confianza saludo
-¡Hola
Yuto!- sonrió- ¿Por qué no viniste a la escuela para ayudar a recoger?
El
más alto alzo la mirada y sonrió un poco, se fue al asiento detrás de Yamada y
contesto
-fui
a ayudar a un tío con unas cosas, lo siento por no haber ayudado
-oh!,
bueno, no hubo gran problema ya que Yamada estuvo todo el día recogiendo cosas
de todos sitios, tratando talvez de olvidar algo.
Yamada
volteo a mirar a Chinen con odio, queriéndolo asesinar, pero no podía hacer
nada, simplemente quedarse callado.
El
profesor entro y Chinen se fue a su lugar.
Pasaron
algunas clases, el almuerzo, y de nuevo más clases, no había sucedido nada
fuera de lo normal, Yamada solo no volteaba a ver a Yuto, sabía que el asunto
ya estaba arreglado, pero sentía que si lo veía sus mejillas se pondrían rojas
y no quería eso, además el simple hecho de que el menor estuviera tras de él ya
era mucho y su corazón latía con más intensidad de lo normal.
Por
ello quería cambiar de lugar con Chinen, quien estaba hasta el frente de la
clase, y alejado por dos filas de Yuto.
-por
favor!, por favor!!- Rogaba Yamada, mientras caminaban a la salida para
encontrarse con sus demás amigos
-No!,
ya lo he dicho, no veré bien el pizarrón desde haya atrás, todos me taparan
-pero
yo tampoco soy tan alto y si veo bien
-pues
porque ya te acostumbraste, pero yo no, además desde mi lugar puedo poner más
atención
-Solo
te digo que eres uno de los culpables de lo que me sucede
Chinen
lo miro con una sonrisa malévola, una característica de que pensaba hacer algo
malo, Yamada volteo de inmediato hacia tras de él, y vio que Yuto ya iba de
salida, volteo de nuevo a su amigo y lo tomo del brazo jalándolo lo más rápido
que pudo para evitar cualquier cosa que pretendiera hacer.
Mientras
que Yuto solo les siguió con la mirada, hasta que se perdieron de su vista.
Estaba
muy cansado como para pensar en lo que andaban haciendo sus compañeros, además,
debía ir de nuevo con su tío para recibir la paga de tres días de exhaustivo
trabajo, solo para comprar unas nuevas baquetas.
Aunque
le preocupaba la reacción de su compañero Yamada. Era extraño que se comportase
así, tal vez se haya molestado por ser obligado a besarme, se decía al mismo
tiempo que iba directo a casa de su tío.
Toda
una semana transcurrió de forma “normal”, solo por el hecho de que Yamada no
podía mirar a Yuto, siempre que este estaba cerca de él, Yamada miraba hacia
otros lugares aparentando no saber de su existencia, si tenía que pasarle algo
lo hacía sin mirarle. Además de que Chinen siempre trataba de hacer algo para
complicarle las cosas a su amigo.
Así
llego viernes, mucha y exhaustiva tarea había dejado sin tiempo a Yuto para ir
de compras, y planeaba ir ese día, además de que su mente estaba llena de
Yamada, sentía que le había hecho algo malo, aunque no sabía qué, pero cada que
trataba de acercársele para preguntar, este huía con alguna excusa tonta. Sabía
que tenía que hacer algo, ese ambiente no le gustaba, no era su amigo, ni nada,
pero para tener paz quería arreglar las cosas y poner en orden el asunto… cualquiera
que se tratara.
Como
ya era habitual, cuando llegaba Yuto, Yamada y Chinen ya estaban ahí.
-Buenos
días- saludo Yuto a los dos, era extraño, lo sabía, pero era un anuncio de que
pensaba hablarle a Yamada.
-Buenos
días! Yuto-kun – respondió Chinen con una sonrisa de oreja a oreja, y dándole
una pequeña patada a su amigo para que contestase de vuelta.
-B-buenos
días!- no volteo a mirarlo, pero se preguntaba por qué los había saludado.
Trato de contestar de la manera más normal que pudo, además, antes del
incidente si lo saludaba, no seguido, pero de vez en cuando sí.
Cuando
llego el almuerzo, todos salieron apresurados a la cafetería, pero a Yamada se
le había olvidado su obento en la mochila, ya que Chinen lo había jalado, sin
tiempo de tomarlo. Se pudo zafar del agarre de su amigo para regresar por su
almuerzo.
Entro
al salón, y vio a Yuto quien todavía seguía ahí. Se detuvo solo un momento por
la impresión que le había dado y continuo su camino agarrando valor de donde
podía.
Tomo
lo más rápido que pudo su obento y salió corriendo, sin darle tiempo al más
alto de hablar siquiera.
En
el momento que llego con sus amigos, sintió un gran alivio en su pecho, dejo el
bento en la mesa y se dejo caer en el asiento frente a Daiki.
-¿Qué
te sucede?- pregunto extrañado su amigo
-Na-nada
– pronuncio con el último aliento que pudo exhalar
-No
había necesidad de correr, no íbamos a movernos de aquí- bromeo Inoo, quien a
su vez abrazaba a Daiki que estaba a su lado.
Yamada
solo los miro por un segundo y suspiro dejando caer su rostro en la mesa.
Se
levantó tan pronto sintió una presencia familiar cerca de él, en ese instante
volteo y vio a Yuto parado justo detrás de él, abrió los ojos de par en par,
mientras que la vista de Yuto examinaba a los acompañantes de Yamada, quienes
no se percataron de él.
Iba
a decir algo, pero no lo dijo, suspiro resignado y continuo su camino. Le había
dado pena hablarle a Yamada en ese momento, cuando estaba con tantas personas,
pensaba que la mejor opción era hacerlo cuando su compañero estuviera solo.
Yamada
lo miro con extrañeza y un poco de pánico, preguntándose qué era lo que iba a
decir el más alto.
Cuando
el almuerzo termino Yamada no quería estar en su lugar habitual, Yuto estaba
extraño ese día, y eso lo ponía nervioso… muy nervioso. Y eso no lo dejaba
concentrarse; de alguna manera convenció a su amigo Chinen en cambiar de
lugares, solo por el resto del día, ya vería la manera de convencerlo para que
estuvieran así por el resto del semestre.
Cuando
Yamada entro al salón, Yuto ya se encontraba ahí, charlando con un amigo lejos
de su lugar; el mayor tomo sus cosas y las coloco en el lugar de Chinen, lo
mismo hizo con las cosas de Chinen; Yuto lo observaba de reojo, sorprendido por
ello.
Las
clases continuaron y Yuto no apartaba la vista del mayor, le parecía extraño
que no quisiese estar en su lugar, habría hecho algo mal, ¿¿le había molestado
que lo saludase??, tenía mucha curiosidad al respecto. Cosa que lo animo más
para hablar con el mayor y aclarar las cosas, sin importar la respuesta del
otro.
Por
fin llego la última clase: deportes. Yamada la estaba esperando con ansias, no
porque le gustase la clase, sino por ser la última, así solo había una hora que
soportar antes de huir a su casa y estar calmado y tranquilo.
Los
chicos fueron a sus vestidores, cada uno a cambiarse de ropa para su clase.
Cuando Yamada iba a salir de ahí ya con su ropa puesta, fue atrapado en el
acto, la mano de Yuto lo había jalado antes de poder salir, nadie se percató de
ello.
Yuto
lo llevo tras uno de los casilleros, donde no había nadie. El más bajo abrió
los ojos de par en par e inmediatamente bajo la vista. No sabía cómo reaccionar
ante eso, se preguntaba que pretendía el menor.
-¿Podemos
hablar?- por fin dijo Yuto, tratando de mirar a los ojos del otro, pero era imposible
ya que Yamada solo permanecía con la mirada cabizbaja
-¡Yamada!!!
– se escuchó la voz de Chinen fuera de los vestidores – ¡apresúrate!!
Yamada
alzo la vista, con un rayo de esperanza en sus ojos
-lo..lo
siento – pronuncio con un hilo de voz, que apenas escucho el otro. – me tengo
que ir- dijo e inmediatamente escapo.
-Espe…
- cerro los ojos con frustración y se recargo en el casillero.
Después
solo salió desanimado de donde estaba y se dirigió a las canchas, donde estaban
ya la mayoría de sus compañeros. Cruzo miradas con Yamada quien estaba con su
inseparable amigo, pero este desvió inmediatamente la vista hacia el profesor
quien estaba dando las indicaciones de lo que harían ese día.
La
clase siguió su curso, Las chicas jugaban volibol, otras jugaban futbol contra
los chicos, otros chicos al basquetbol y algunos más corrían alrededor de las
canchas.
-¡Chinen!
– le llamo Yuto a su compañero que estaba jugando futbol y había tomado un
pequeño descanso. Al más bajo le pareció extraño eso, pero fue con él.
Mientras
hablaban, Yamada los veía de lejos, pero por su distracción le habían dado en
el estómago con el balón.
No
pudo concentrarse bien, pero continuo jugando, tratando de hacer caso omiso de
sus pensamientos, que se preguntaban que rayos era lo que hablaba Chinen y
Yuto. Cuando Chinen estuvo de regreso, Yamada se le acerco inmediatamente para
preguntarle
-¿para
qué te llamo? – pregunto con mucha curiosidad
-solo
para que le preste algo
-así…¿qué?-insistió
Yamada
-¿acaso
tienes mucha curiosidad?, ¿celos? – respondió Chinen con su singular sonrisa de
oreja a oreja
-no,
para nada, solo quería hacer plática contigo-
Chinen
lo miro sospechoso
-si,
claro, te apetece hacer platica en medio de un juego, eso es tan normal – dijo
sarcásticamente y al segundo volvió al juego, ya que las chicas habían metió un
gol en su portería.
El
profesor silbo con el silbato, anunciando que la clase había terminado.
Muchos
protestaron porque el juego se había puesto interesante, pero muchos tenían
cosas pendientes que hacer, por ello se resignaron y fueron a cambiarse.
Yuto
se apresuró a cambiarse, debía recorrer varias tiendas de instrumentos esa
tarde, para escoger las mejores baquetas que se ajustaran al presupuesto que
tenía.
Salió
de los vestidores y se fue; Yamada lo había observado por mucho tiempo, y
cuando se fue su corazón se alivió y suspiro.
-¿Por
qué estas feliz?- pregunto su amigo acercándosele mucho
Yamada lo empujo
-no
estoy feliz- respondió – solo calmado
-¿calmado?
-si…
hora de irnos –dijo tomando sus cosas y saliendo con su amigo de ahí.
De
camino a la salida se encontraron a Daiki. Quien llevaba las cosas de Inoo
-¿Qué
haces Dai-chan? – pregunto Chinen
-solo
esperando al idiota de Inoo, a quien se le ocurrió ir apenas al sanitario
-jajajajajaja,
¿y porque te dejos sus cosas??
-dijo
que así correría más rápido- Rieron todos – por cierto, Yabu me mandó un
mensaje, diciendo que quería ir al karaoke, ¿se apuntan?
-Si
–dijo Yamada
-mmmmhh!!...
no, no podemos – respondió Chinen
-¿no
podemos? – pregunto con incredulidad Yamada
-si,
no podemos… lo que me recuerda que vamos tarde
Chinen
jalo de la mano a Yamada, mientras Daiki se quedó mirándolos con sorpresa
-¿Qué
harán?!- grito Daiki
-tengo
que entregar algo, tal vez regrese después y vaya con ustedes
El
más pequeño jalo a su amigo y comenzó a correr a la salida
-¿Qué
haremos?- preguntaba Yamada
Chinen
no respondía solo seguía su camino
Cuando
llegaron exactamente a la salida, Chinen aventó a Yamada por delante y este
choco con alguien.
-lo
siento – dijo, tratando de mirar quien era, pero los rayos del sol le impedían
ver con claridad. Cuando pudo ver bien, se sorprendió de sobremanera al
percatarse que era Yuto.
-listo,
mi entrega ha sido realizado con éxito- dijo Chinen orgulloso, al mismo tiempo
que le sonreía inocente a su amigo, quien lo fulminaba con la mirada, como si
pudiera matarlo de esa manera.
Yuto
lo tomo del brazo fuerte y lo comenzó a jalar.
-Bien,
vámonos
Yamada estaba demasiado sorprendido, nervioso
y con su cabeza hecha un lio como para responder o decir algo, solo se dejó
llevar.
Cuando
el más alto vio la cara de su compañero se detuvo y le soltó.
-¿estás
bien?- pregunto preocupado
El más bajo solo asintió con la cabeza
-¿seguro?
Yamada
digirió todo lo que estaba sucediendo, no lo podía creer, pero era verdad.
-¿qué
haces?- pregunto con toda la seguridad que pudo conseguir en esos momentos
-¿estas
molesto?
-no,
no es que este molesto, solo que me extraña que mi compañero al que nunca le
hablado me secuestre y me lleve a quien sabe donde
-oh!
Es eso… ¿entonces te molesta que te haya secuestrado?, pues creo que era la
única manera de poder hablar contigo, ya que me has ignorado por completo en
todos estos días… pero no te preocupes, solo me acompañaras a comprar algo y
después hablaremos y si quieres de inmediato te vas.
Yamada
cruzo los brazos, sin saber que decir, y miro hacia otro sitio con un puchero
dibujándose en su rostro.
-ya
que no hay protestas, continuemos nuestro camino – le sonrió el menor
Caminaron
juntos hasta llegar a la terminal de autobuses, donde Yuto pago ambos lugares,
no pronunciaron nada en el camino.
Pero
en el reflejo del autobús Yuto vio que Yamada sonreía un poco, lo que lo
tranquilizo, ya que significaba que no estaba tan molesto con él, como él creía.
Cuando
llegaron a la ciudad, bajaron y el más bajo siguió a Yuto, quien caminaba con
una gran sonrisa en el rostro, mirando todas las tiendas de instrumentos
musicales.
Yuto
inconscientemente tomo la mano de Yamada y lo jalo a la primer tienda que
visitarían, esto tomo por sorpresa al más bajo, quien solo se resignó a
seguirle el paso ya que se percató que Yuto no se había dado cuenta de lo que
estaba haciendo.
Entraron
e inmediatamente Yuto le soltó, dirigiéndose apresuradamente al área de percusión.
Reviso cada una de las baquetas que había allí, algunas superaban el
presupuesto que tenía, pero esto no hizo que se deprimiese, teniendo la
esperanza en encontrar las adecuadas.
Recorrieron
así todas las tiendas, sin que Yuto encontrase alguna adecuada, le habían
gustado varias, pero eran un poco más caras de lo que él pensaba; las que se
ajustaban al dinero que llevaba con él no le agradaban, siempre había alguna
razón que Yamada no comprendía.
Cansados
se fueron a una cafetería que estaba cerca de la última tienda que habían
visitado. se sentaron y cada uno pidió algo para beber.
Yuto
parecía un poco deprimido para ese entonces, así que Yamada trato de animarlo
iniciando la conversación
-¿tocas
la batería? -Pregunto, sabía la respuesta, pero quería aparentar no saber nada
al respecto.
Yuto
le miro y le sonrió
-sí,
y me encanta tocarla, así me siento más libre
-que
bien, ha de ser genial hacer algo que te haga tan feliz – sonrió
-
si… oh!, lo siento, te he traído de tienda en tienda todo el día, has de estar
cansado. Así que para compensarte puedes pedir lo que quieras para comer.
-N-no,
está bien, tuve tiempo para conocer más de cerca los gustos de Yuto-kun –
volvió a sonreír, lo cual distrajo a Yuto.
-…
insisto – reacciono
-no,
además necesitas el dinero para comprar las baquetas que quieres
-por
eso no te preocupes – le dio pequeñas palmaditas en la cabeza de su compañero –
ahorrare más dinero y después regresare por las que quiero, ya le eche el ojo a
unoas y solo necesito 1000 yens más, no es demasiado – le dedico una tierna
sonrisa.
-está
bien, pero no te arrepientas después, ¿de acuerdo?
-
jajajajaja sí.
Llamaron
a la mesera de nueva cuenta para ordenar algo para comer, Yuto pidió una crepa,
mientras que Yamada pidió una rebanada de pastel rellana de fresas y con fresas
por encima también.
Mientras
esperaban, comenzaron a platicar tan normal, que parecía que eran amigos de
toda la vida.
Cuando
llego toda su orden comieron, siguieron conversando, hablando de cosas random, y
riendo de todas las tonterías que decían.
Al
terminar, Yuto pago todo y salieron del lugar.
Iban
caminando sin rumbo alguno, y el silencio se hizo presente.
-¿Te
gustaría sentarte por allí?- pregunto Yuto, para romper aquel silencio
incomodo, que los volvía a la realidad, de que había un distanciamiento entre
ellos. Señalo el lugar.
Yamada
asintió y se dirigieron hacia ahí.
-además
de las fresas, ¿Qué más te gusta comer? –pregunto divertido Yuto
-¿Cómo
te has dado cuenta?
-jajajajajaja,
solo intuición. –Yamada le dio un golpe en el hombro y rieron
-además
de secuestrar a las personas, ¿Qué más te gusta hacer?- pregunto Yamada para
quedar a mano.
Yuto
le volteo a ver sorprendido, no se esperaba esa pregunta, lo cual le recordaba
que tenía que hablar del tema del concurso con él.
-no
lo hago… es la primera vez- menciono mirando al suelo y juntando sus manos un
poco nervioso.- ¿estás enojado conmigo?
-no,
no lo estoy, solo me sorprendió que me trajeras a mi aquí.
Yuto
le volteo a mirar
-no,
no me refiero a eso… si no ha si te he hecho algo malo para que me evites en la
escuela
Yamada
torció la boca, no sabía cómo reaccionar a eso
-No
– pronuncio seguro – es solo que…
-¿Qué?
-mmm,
nada… -miro al cielo- se hace tarde, tenemos que regresar a casa – se levantó,
pero de inmediato fue jalado al lugar que estaba.
-ves,
a eso me refiero, siempre tratas de evitarme. Por eso te he traído conmigo, ya
que en la escuela no encontraba un tiempo para poder hablar contigo, y por ello
pedí ayuda a Chinen.
-pero…
-Desde
el día del festival no pienso otra cosa que no seas tú, siempre me pregunto por
qué me evitas, siempre pienso en que te hice algo muy malo para que me trates
de esa manera… sé que no hablamos con frecuencia, pero me intriga saber qué es
lo que pasa por tu cabeza… ¡Por favor, responde!- dijo lo último rogando y mirándolo
con ojos de súplica.
-No,
no has hecho nada… solo soy yo
-¿tú?
-sí,
desde aquel día muero de vergüenza cuando estoy junto a ti, por lo que paso aquel
día, no quería hacerlo, pero me obligaron… y no podía mirarte o hablarte.
-¿No
querías hacerlo? – Pregunto un poco disgustado –sé que te obligaron, ¿pero no querías
besarme?
Yamada
abrió los ojos de par en par, la palabra “besarme” le causo un sinfín de
sentimientos, que hizo que se ruborizara
-so-solo
no preguntes más, ¿bien? Ya dije que no me has hecho nada malo, así que ya hay
que regresar.
Se
levantó y de nueva cuenta lo jalaron para que se sentara
-solo
respóndeme y nos vamos
-No
es que no quisiese, pero…
-¿No
querías o sí?
-ya
no preguntes y vámonos… -se levantó de nuevo y antes de ser jalado corrió un
poco
-¡¡espera!!,
no huyas como siempre- el mayor se detuvo en seco, y limpio su mejilla de la
pequeña lagrima que había salido. No sabía cómo responder, ya que si le decía la
verdad parecería un tonto. -¿sabes por qué abrí los ojos aquel día?
Yamada
volteo curioso, la pregunta que estaba rondando su mente todo este tiempo,
talvez seria contestada en ese momento
-¿Por
qué?
-por
qué… porque olí tu aroma claramente delante de mi , aquel día
-¿mi
aroma?
-sí,
tú aroma, cuando mantenía los ojos cerrados lo percibía vagamente, pero en
cuanto sonó la chicharra lo pude olfatear más claramente, tan cerca de mí, que
no lo podía creer. Sabía que eras tú, pero fue tanta mi emoción y sorpresa que
quise cerciorarme de ello, aunque eso implicaba no ganar.
El
mayor casi se va de espaldas al escuchar todo aquello, no se esperaba una
respuesta así, se había imaginado un sinfín de cosas, menos eso.
-¿sentiste
emoción y sorpresa?- pregunto inseguro
-si…
-se había percatado de lo que había dicho- eso sonó extraño, ¿cierto?
-No
… bueno, si un poco, explícate
Yuto
guardo silencio un momento y después contesto
-me
explicare, pero contesta primero la pregunta que te hice… ¿querías besarme? –
se levantó de su lugar, para llegar hasta donde el mayor
Yamada
lo dudo un poco, pero tomo valor, ya no le importaba ser rechazado, se le declararía,
aunque siempre pensó que no tendría la oportunidad para hacerlo.
-sí
– respondió, mirando a los ojos del más alto
-sí,
¿Qué? –pregunto, tratando de no confundir las cosas
-sí,
qu-quería besarte- titubeo un poco, y bajo la mirada, para que Yuto no notara
sus mejillas enrojecidas. –Pero no enfrente de tanta gente- prosiguió,
manteniendo la mirada en el suelo, para no ver cualquier reacción que produjera
en Yuto- además, ¡no pude besarte adecuadamente!- protesto- porque alguien abrió
los ojos antes de tiempo.
En
ese momento Yuto deslizo sus dedos sobre algunos hilos de cabello que Yamada
tenía en el rostro hasta llegar a la barbilla de este, le alzo el rostro para
que lo mirara fijamente.
Yuto
no sabía cómo responder a eso, solo se guiaba por sus instintos.
-tu
aroma me encanta, lo puedo reconocer en donde quiera que estés… - vacilo un
poco y prosiguió- lo que quiero decir es que me he acostumbrado tanto a tu
olor, que se me es difícil olvidarlo, y el saber que quizá no pueda olfatearlo
más delante de mí, me da miedo, me preocupe al creer que hice algo mal. Pero quizá
todo esto tuvo que pasar para que llegáramos a este momento- sonrió dulcemente
para el mayor- me gustas Yama-chan
Yamada
no podía creerlo, sus ojos brillaron con ilusión. Quería besar al más alto,
pero no debía, ya que estaban en un sitio público.
-a
mi también – dijo penoso y sonrió de vuelta.-siempre me has gustado- Giro su cabeza en busca
de algo y acto seguido jalo a Yuto a atrás de un árbol cerca, donde nadie
los miraría.
-continuare
con lo que debía hacer el día del concurso
Recargo
al más alto en aquel árbol y se paró de puntas para poder besarle. Sorprendió
al otro un poco, pero enseguida le abrazo por la cintura, y en un acto rápido cambio
los papeles, puso a Yamada sobre el árbol y se agacho un poco para continuar en
lo que estaban.
El
contacto de sus labios fue prolongado, cada uno trato de saborear lenta y
delicadamente los labios del otro, solo haciendo pausas para tomar aire.
Yamada
sentía sus mejillas arder, no podía creer que estuviera pasando eso, creyó que jamás
iba a experimentar de nuevo la dulce sensación de los labios de Yuto, tan cálidos
y dulces.
Yuto
sonrió en los labios de Yamada y después se separó un poco, a una distancia
para poder bien el rostro del mayor.
-¿sucede
algo?- pregunto Yamada, quien solo podía mirar a los ojos del otro y sonreír
con torpeza
-no,
solo que no sabía que tus labios supieran tanto a fresas.-Yamada hizo un puchero
-son deliciosos. –continuo diciendo.
Volvió
a los labios del mayor, y lo sujeto con más firmeza. Le beso cariñosamente,
primero lento y suave, después de un rato así, sintió arder su pecho y se acercó
lo más que pudo al otro, Yamada lo sostuvo de la cara, acelerando el ritmo. Yuto
pidió permiso para que su lengua entrara, y Yamada no lo dudo, sintiendo al
instante una sensación que jamás había experimentado en su vida.
La
lengua de Yuto jugo con la suya, separándose un poco cuando necesitaban
respirar y volviendo enseguida a unirse. Por momentos Yuto mordía suave el
labio inferior del otro, quien gemía un poco cuando sentía más y más cerca a quien
amaba.
-creo
que hubiéramos ganado el concurso así- Apenas pudo pronunciar Yamada entre
besos.
Yuto
sonrió -te quiero –susurro, sin separarse del más bajo.
Cuando
oscureció, regresaron a casa, sin antes despedirse con un rápido beso.
Al
lunes siguiente Yamada regreso a su lugar habitual, y sus amigos se enteraron
de inmediato sobre su actual relación, ya que un pequeño entrometido les había
contado todo.
Ese
día Yamada llevo un regalo especial para Yuto. Lo llevo detrás de la escuela
para tener más privacidad.
-ten,
ábrelo – Yuto se preguntaba qué era lo que le estaba dando, cuando abrió el
paquete, vio una lindas y bien diseñadas baquetas, aquellas que le habían encantado
y que no pudo comprar.
-pero…-dudo-
te pagare, lo juro – dijo sonriendo y levantando a su novio entre sus brazos
con una gran sonrisa en el rostro- ¡gracias!
-no
me tienes que pagar nada, después de todo también fue mi culpa que no
consiguieras algo de dinero por el concurso.
-al
menos déjame darte la mitad, me sentiré mal sino lo hago –lo bajo
-mmmmm-
se detuvo a pensar- mejor págame con más besos como el de ese día – le miro
travieso
-tonto!
– le agarro del rostro y le dio un beso tierno y corto –te quiero.
-y
yo a ti.
Me gusto mucho este YamaJima, gracias Anix por este fic
ResponderEliminaramo como escribes, nunca me cansare de leer te.
Me gustaria leer un fic de News
ya que eres una de dos blog que leo de News
PD: Perdón por tardar en comentar D:
mi cel nena no me dejaba entrar
con mi cuenta de hotmail, solo con la de gmail
y hasta hoy secuestre la compu de mi hermano
gracias por leer!! :) , muy pronto escribire uno de NEWS, y espero escribir más en poco tiempo >u<.
Eliminary para la otra mejor raptas la compu de tu hermana más tiempo, jejejejeje, ok no >u<
de nuevo gracias por leer ♥