Recuerdos Cap 14

Esperare sus comentarios pacientemente xD, me esforce con este cap tratando de transmitir los sentimientos de todos, en lo particular me gusta mucho y apartir de aqui vienen cosas interesantes, solo espero poder terminar satisfactoriamente bien la idea que tuve desde el inicio con este fic.

Weno sin mas que decir, Douzo!

Nombre: Recuerdos
Extensión: Serial
Parejas: TegoMass, KoyaShige
Genero: Slash, Fluff, Lime
Capitulo: 14/18

Ambos decidieron ir a los videojuegos cerca de ahí, no eran tan buenos jugando, pero querían disfrutar juntos el día, además si Koyama o Shige decidieran escapar debían pasar frente a los videojuegos y los detendrían.

Algunos topos golpeados, canastas encestadas, carreras de motos y futbolito son las cosas que estuvieron haciendo, sin faltar con la competitividad de Tegoshi quien en todos ellos quería ganar, más sin embargo no todos los gano.

Se divirtieron tanto que perdieron el sentido del tiempo, olvidándose por completo de sus amigos, solo ese rato juntos era de ellos y nadie más, donde podían ser ellos mismos sin pensar demasiado sobre sus sentimientos.

Mientras tanto en el parque, el estómago de Keii sonó cuando hablaban sobre sus planes futuros, como trabajar en cierto lugar, hacer ciertas cosas. Cuando Kato lo escucho recordó que había preparado un bento para Tegoshi y su engañoso partido de futbol.

Tomo su mochila y saco aquel bento doble, dejando su mochila en medio de los dos, pero sin estorbar a la hora de comer.

Lo abrió, y se lo ofreció a Koyama.

-Prepare esto para Tegoshi y para mí, pero como no lo va a necesitar, prefiero que lo comas tú, a que se desperdicie..

Koyama con gran alegría lo tomo, y enseguida Kato le paso los palillos con los que podía comer.

-¿en verdad puedo comerlo? – pregunto, ya separando los palillos

-sí, adelante, además yo también tengo hambre, así que sería de mal gusto que coma solo.

Keii observo cada uno de los bocadillos que había ahí, muy bien ordenados y con una presentación excelente, lo cual le recordé el pasado.

Tomo un poco de cerdo y lo metió a su boca, mastico y después se lo paso. Le había sabido muy bien, y no era para menos, ya que Shige desde muy pequeño ya sabía cocinar.

-¡que rico! – dijo a Shige, el cual sonrió alegremente de oreja a oreja.

Al verlo sonreír así, a Keii le entraron unas inmensas ganas de abrazarlo y robar de sus labios un dulce beso, pero no podía hacerlo, así que se contuvo y siguió comiendo.

Kato separo otros palillos y comenzó a comer también.

-Te que do deliciosa la comida – dijo el mayor mientras masticaba un poco de brócoli – pero solo fala salsa de soya – dijo bromeando.

Kato seguía comiendo y en señas trato de decir a Keii que en su mochila había salsa, por suerte el mayor le entendió y agarro aquella mochila.

-Piensas en todo Kato-kun – decía mientras abría el cierre, pero antes de abrirla completamente, tenía a Shige encima de él, haciéndolo caer de espaldas y tratando de arrebatar la mochila.

Comenzaron a forcejear. A Keii le entro la curiosidad por saber que había dentro que Shige no quería que viera, o al menos eso pensó, ya que no por nada había saltado sobre de él.

-Koyama, espera… yo saco la salsa- dijo el menor al jalar la mochila, tratando de zafársela de las manos a Keii, pero no tuvo éxito.

-Pero… yo lo puedo hacer – apenas diciendo, ya que ponía fuerza en resistir, para que no se la quitaran.

Keii abrazo con todas su fuerzas la mochila y se puso en posición fetal, dejándola debajo de él, ante eso Kato no pudo quitársela. Al fin se rindió y volvió a colocarse en su lugar, solo mirando hacia abajo y cortando pasto de los nervios.

El mayor la abrió y vio dos libros y un toper, saco el toper y lo abrió viendo que era la salsa, después volvió a abrir la mochila para sacar los libros, pero un nuevo intento de parte del menor por quitársela llego.

Keii se movió rápido y se paró, saco los libros y después entrego en forma de burla la mochila a Kato.

-¿Por qué no quería que viera los libros? – pregunto curioso y con una sonrisa en el rostro por la victoria que había obtenido al poder obtenerlos.

-por nada… ¿me los puedes regresar? – dijo serio y con una mirada fija

Esto causo más intriga en Koyama, cuando Kato se ponía así era cuando de verdad había hecho algo malo, pero… ¿acaso estaba mal ver aquellos libros?, si solo son libros, pensaba.

Kato se levantó y trato de arrebatarlos.

-¿Qué tienen estos libros?- pregunto curioso

-nada interesante… solo dámelos – dijo aun serio, pero en su voz se escuchaba una leve preocupación.

Koya los miro, uno era nuevo, se notaba por las páginas blancas, además el precio seguía en la portada, y el otro era viejo, con las páginas un poco amarillentas, pero aun así muy bien cuidado, además tenía un hule que lo protegía del polvo, miro con más detenimiento este último libro, hasta que pudo recordar. Miro a Shige y le pregunto

-¿Sueles llevar siempre libros para leer?

-S-si – respondió y suspiro con pesadez – a donde quiera que voy llevo algo para distraerme… y este día no sería la excepción.

-pero …

-Ya los viste, ahora por favor devuélvemelos – seguía pidiéndolos en tono serio y angustiado, pero ni siquiera veía a los ojos al mayor.

-Pero … - tomo aire para preguntar, ya que necesitaba preguntarle sin importarle mucho el tono serio que el menor empleaba para pedir sus libros – acaso … ¿este no es el libro que te obsequie hace algunos años?

Kato lo volteo a ver, pero inmediatamente regreso la vista al suelo.

-Si – dijo en voz baja, sin saber que más decir.

-puedo preguntar, ¿Por qué lo traes aquí? … bueno, es que me sorprende un poco – dijo rascándose la cabeza y esperando alguna respuesta del menor.

Kato lo volvió a mirar, pero esta vez sin quitarle la vista.

-¿enserio quieres que te diga por qué? – lo miro retadoramente, pero su rostro más que enojo expresaba tristeza.

-Sí, lo quiero saber

Suspiro pesadamente y las palabras comenzaron a fluir libremente

-Desde que nos dejamos de ver lo he traído conmigo cada día, al principio fue para tener un recuerdo tuyo, ya que fue para mí el más valioso de los presentes que recibí de tu parte, pero, al pasar los años fue cambiando su valor. – Se detuvo para respirar un poco y contener las lágrimas, después siguió hablando – se convirtió en una costumbre para mi traerlo, y se convirtió en el objeto que me recordaba que lo nuestro jamás iba a volver a suceder.

Al terminar, una pequeña lágrima casi visible salió resbalando por su mejilla y la cual inmediatamente quito con su mano.

Keii tenía una expresión de asombro, había puesto atención a cada una de las palabras de Kato y quiso acercarse, pero fue reprimido por el menor.

-¡NO!, no te acerques… si te digo esto, no es para que me tengas compasión, o para que trates de consolarme, ya no espero nada de tu parte. Si te lo estoy diciendo es solo porque lo querías saber.

El mayor de ambos no sabía qué hacer, veía al menor muy preocupado y tenso, queriendo abrazarlo, pero sus palabras le lastimaban, aunque tenía claro que el corazón de Shige no lo había olvidado.

-Bueno, ya te he dicho lo que querías saber… ahora devuélveme el libro – estiro la mano para que le entregara los libros.

Pero en vez de dárselo, Keii le sonrió tiernamente y sincero, tomando su mano y jalándolo hacia él.

En esos momentos Tegoshi y Masuda llegaron comiendo algunas golosinas que habían comprado, vieron aquella escena y corrieron detrás de unos arbustos, hincándose para ver lo que sucedía entre sus amigos y no ser descubiertos.

Koyama rodeo a Kato con sus brazos, y pegándolo a su pecho, el menor trataba de soltarse del agarre pero no podía, después se separó un poco de él y lo arrincono en el árbol que estaba cerca de ellos mirándolo a los ojos.

-¿me sigues queriendo? – pregunto Keii muy tranquilamente y serio a la vez.

El menor aparto su vista, y moviéndose para ser liberado, pero ninguno de sus intentos funciono.

-contéstame- insistió el mayor.

-No tiene caso que te conteste – resignándose a no poder soltarse – si te digo sí o no, no tiene caso, las cosas no cambiarían entre nosotros.

Lo estrecho más entre sus brazos, y acerco a su hombro, tomándolo por la nuca, y le dijo susurrando a su oído.

-¡por favor! … solo dime una respuesta clara.

El cuerpo del menor se estremeció ante tal acto, y de inmediato lo alejo un poco de él, sin conseguir que lo soltara.

-cuando nos separamos entendí la razón por la que me dejaste ir, aun éramos muy jóvenes y no sabíamos acerca de la vida, sobre todo yo –decía en voz baja Kato – nuestras vidas debían de seguir, y así lo hice… cuando cumpliste la mayoría de edad espere paciente a que regresaras por mí, ya que así podías defenderme y proteger de mi – en ese momento una nueva lagrima salió de su rostro, ocultándola en el pecho del que tenía delante, y continuo hablando –pero cuando vi que no llegabas me desilusione y trate de olvidarte. El único que estaba conmigo fue Tegoshi, alentándome y dándome fuerzas. Cuando fui yo el que cumplió los 20 años una pequeña y nueva esperanza surgió, pero… jamás regresaste.

-Shige, yo…

-no digas nada… solo necesito que me dejes ir para continuar mi vida sin ti.

-pero Shige yo…

-no necesito escusas de tu parte, ahora he aprendido de nueva cuenta a sonreír, no vengas de nuevo a alterar mi corazón, que no quiero que tengas problemas con mi madre de nueva cuenta- trato de zafarse, pero era menos fuerte que Koyama.

Keiichiro lo miro apenado, y limpio el rostro del Shigeaki por el rastro de aquella lagrima que había salido. Pero el menor no se atrevía a mirarlo a los ojos, sentía muchas ganas de llorar y huir de él.

-Shigeaki… yo te sigo amando- con una mano volteo el rostro del menor para que lo viese a los ojos, esperando que este viera la sinceridad en sus palabras – en verdad te amo… siempre he estado al pendiente de ti y de las cosas que hacías, no quise intentar estar de nuevo contigo porque creí que ya no te importaba y no quería echar a perder tu vida… ¡por favor, perdóname!

Quería llorar al darse cuenta de su error, muchas veces había intentado buscarlo nuevamente, pero no sabía cómo defender su amor y no quería dar a escoger a Kato entre él y su familia.

Tenía miedo por lo que el menor le dijera; con resignación soltó un poco más a Shige sin quitarse de frente de él, después miro hacia abajo y al no poder reprimir el llanto, soltó a llorar silenciosamente.

Tegoshi y Massu estaban atentos, por la intriga de saber que sucedería con ellos, no alcanzaban a escuchar demasiado, pero podían entender la situación en la que estaban sus amigos. Tegoshi por impulso tomo la mano del que estaba a su lado, y la apretó cada vez más, Massu solo se dejó agarrar sin decir nada, aunque casi le estuviera deteniendo la circulación el menor, pero le agradaba esa sensación cálida, además era suave y delicada aquella mano.

Seguían mirando, esperando alguna respuesta o acción de Kato, el cual solo miraba llorar a Keii con un rostro preocupado y con sus manos casi por abrazarlo, pero se notaba que se estaba conteniendo.

Tanto Masuda como Tegoshi querían acercarse a ellos y de una vez por todas hacerlos entender que se seguían amando mutuamente, pero sabían que no debían hacerlo.

De un momento a otro Massu reacciono y dijo

-esto no está bien – haciendo espantar al otro.